SCV ¿vs? SMO

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  • jueves, 7 de octubre de 2010
  • Gustavo Rizzi
  • Quienes tengan un poco de edad (como yo, 40) y les haya tocado la...................(suerte, desgracia, ponga lo que quiera) de ser incorporados en las filas del Servicio Militar Obligatorio, sabrán que lo que menos hemos recibido en los cuarteles fue “educación” o “capacitación en oficios”. Esto no es novedad, ya que los militares que habitan dichos cuarteles fueron entrenados en acatar órdenes y en ordenar, pero no en educar ni capacitar. En la Cámara de Senadores han aprobado con media sanción y raspando por dos votos, la ley de Servicio Cívico Voluntario, que les otorga la gracia a los chicos “pobres” de poder terminar sus estudios primarios y secundarios. ¡Cuánta generosidad! Basta muchachos, los cuarteles del ejército fueron creados para albergar milicos y las escuelas para albergar pibes. A ver si nos entendemos, ya existe una Ley Nacional que otorga el derecho a la educación pública a todos, ricos y pobres. Si consideran que sus hijos no se pueden mezclar con los pobres, está bien que los manden a escuelitas privadas y protegidas con cámaras de seguridad y un morocho musculoso en la puerta, pero por favor no pretendan también pupilar pobres en establecimientos militares para tenerlos encerraditos y que no puedan salir a robar-les. ¿Y qué dijeron los propios integrantes del benemérito Ejercito Argentino? ¡Que ellos no están en condiciones de asumir esa tarea! ¡Bien! Una respuesta sensata para una propuesta paranoica. Ah, además, quienes ingresen a entrenarse (perdón, educarse) deberán someterse a una examen psicofísico... ¿te recuerda algo? Pero esto no es todo amigos. No. Pese a que está planteado como un sistema de educación, fue ingresado a comisiones de seguridad y tratado en el proyecto de leyes consideradas de seguridad, junto con la de salideras bancarias y la de desaparición forzada de personas. ¡Un lujo! La Comisión de Educación y la gente que sabe del tema, no fue consultada. ¿Para qué? Si a estos pobres turritos, con un buen entrenamiento militar ¿sabés cómo los encaminamos? Orden señores, ¡ORDEEEN!

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